IT Tóxica

Así como la tecnología es un segmento vertiginoso en novedades continúas, a quién no le gusta estar al únisono de lo último de lo último. Pero, este caudal de productos que irrumpen en el mercado diariamente alrededor del globo, tiene su contrapartida: Los desechos IT. Por ello, Greenpeace elaboró el informe "El lado tóxico de la telefonía móvil", donde se advierte que los argentinos descartarán 10 millones de celulares en 2010 y se estima que al menos un 30% de éstos serán depositados junto con los residuos domiciliarios en rellenos sanitarios o basurales.

Según se grafica en el relevamiento publicado en el mes de marzo, "en los últimos dos años, Argentina alcanzó un alarmante nivel de descarte de celulares: se desecharon casi 10 millones de aparatos de telefonía móvil por año, es decir, casi el 30% del parque actual de 32.5 millones de líneas en servicio. A su vez, los niveles de descarte aumentaron cuatro veces en los últimos cinco años. Si se consideran además las 16 millones de líneas activas pero en desuso, se puede estimar que el descarte es mayor". 

Agrega otra alarma, "en nuestro país, se recicla menos del 2% del total de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) colocados en el mercado y entre el 4% al 6% de los RAEE proveniente del sector tecnología, según estimaciones de uno de los operadores habilitados del país. De acuerdo a esto, los niveles de reciclado y recuperación son mínimos si tenemos en cuenta las 100.000 toneladas anuales de residuos electrónicos que se generan en el país".

El analisis explica que los celulares contienen metales pesados y sustancias químicas tóxicas persistentes que contaminan el medio ambiente y afectan a la salud, en especial a los recuperadores informales que los manipulan sin la protección adecuada; además, muchos de sus componentes poseen materiales que son muy valiosos y podrían recuperarse en vez de disponerse en rellenos sanitarios o en basurales a cielo abierto. Uno de los elementos con mayor potencial de contaminación son las baterías recargables.

Es indispensable, por tanto, establecer un sistema de gestión de este tipo de residuos, bajo el principio de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que promueva mejoras ambientales en el ciclo de vida completo de los productos, extendiendo la responsabilidad del fabricante desde la producción hasta el tratamiento una vez finalizada la vida útil del producto (recuperación, reciclaje y disposición final).

Greenpeace advierte sobre la necesidad de una Ley de Presupuestos Mínimos para la Gestión y Tratamiento de Residuos Eléctricos y Electrónicos para crear de manera urgente una infraestructura especial de reciclaje y recuperación de materiales, que establezca la Responsabilidad Individual del Productor (RIP) -legal y financiera- y prohíba la presencia de sustancias peligrosas en los nuevos aparatos eléctricos y electrónicos, además de asegurar una mayor durabilidad de los productos. 

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