Cómo aprovechar el negocio de los videojuegos


El mercado del entretenimiento para consolas y PCs es uno de los más fructíferos de la industria tecnológica a nivel mundial. Sin embargo, poco se sabe cómo es la fórmula para crear un juego exitoso. La Argentina ostenta varios casos de programadores que la descubrieron. Sepa cómo lo hicieron. Las plataformas y lenguajes. Por Natalia Lesyk para IT Business-Cronista


Para más de un adulto, mencionarle videojuegos como Tetris o Pac-Man es llevarlo a la reminiscencias de la infancia, cuando las peleas entre hermanos o amigos por jugarlos era parte de la proeza de estar al tanto de lo último en tecnología. Con el paso del tiempo, el mercado se renovó: en diseño, prestaciones y personajes, entre otros elementos. Llegó a convertirse en una industria con réditos mayores a la cinematográfica, que evoluciona con una amplia oferta todos los años, en formatos y géneros para diferentes dispositivos como celulares, consolas, PCs, reproductores y también las nuevas tablets. 

Un dato no menor es el volumen en facturación que registra la industria. Por ejemplo, la consultora internacional NPD Group registró, en 2009, para las ventas minoristas de videojuegoslos en los Estados Unidos - se incluyen formatos para portátiles y consola, hardware, software y accesorios- ingresos por u$s 19.660 millones. Derivado de la crisis económica, el dato resultó ser un 8% menor contra 2008. No obstante, la plaza continúa siendo uno de los líderes del sector junto a Japón y Reino Unido. 

En cuanto al mercado argentino, la Segunda Encuesta Nacional a empresas desarrolladoras de videojuegos, realizada en 2009 sobre datos de 2008 por el Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CEDEM) junto a la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de la Argentina (ADVA): “La facturación en conjunto de las 27 empresas consultadas (del universo estimado de 65) es alrededor de $57 millones”. Para 2009, cifras de la industria local anticipan que el sector habría facturado cerca de u$s 80 millones.

Al respecto, Sebastián Uribe, director Ejecutivo de ADVA, comenta que el mercado argentino de desarrollo de videojuegos tiene mucho potencial para crecer por razones específicas: “Heterogeneidad (el trabajo para múltiples plataformas, modelos de negocios y géneros de juegos) y crecimiento rápido. Por ejemplo, varias empresas duplicaron su planta de empleados en el último año”. Se suman la búsqueda de mayor calidad y diferenciación en sus productos. “La idea no es ser baratos, sino ser competitivos y buenos”, amplía. Y agrega: “Es una industria basada en hits. Cada desarrollo es una apuesta. Hay fórmulas que se repiten, a veces con éxito o franquicias (como las deportivas), que se renuevan año a año y tiene un público cautivo muy grande”.

Obsesiones personales

Como toda creación, el punto más importante pasa por el origen del proceso. Eduardo Rodríguez Ortega, director de Game Design de la desarrolladora QB9, define los requisitos que se deben generar a priori: “Para poder crear cosas nuevas es muy importante conocer bien todo lo que existe. Para ser diseñador de juegos, la primera condición pasa por ser jugador de videojuegos. Muchas de las ideas de los productos resultan de obsesiones personales de los diseñadores de juegos o productores; las buenas salen en momentos inesperados y en situaciones cotidianas”.

Por su parte, Andrés Chilkowski, general manager de NGD Studios, explica que, para generar las ideas de videojuegos modernos para consolas y PC, se inspiran en experiencias o sueños que los jugadores deseen cumplir. “Ser un piloto, un soldado, un gran deportista o un superhéroe son algunas de las fantasías que los juegos nos permiten simular. Esto implica que cualquier libro de aventuras, película, hecho histórico real o aspecto entretenido de la vida cotidiana puede inspirar un videojuego”.

En el caso de videojuegos para celulares, “se hacen investigaciones de mercado para saber los gustos de los usuarios y las propuestas que pueden funcionar mejor”, señala Jorgelina Peciña, senior PR & MKT Manager Latin America de Gameloft. Esta empresa lanza entre cuatro a cinco videojuegos al mes, por ende, alrededor de 50 a 60 nuevos títulos al año. Para la firma, el costo de producir un nuevo producto es de u$s 500.000 y la ganancia dependerá de su éxito o no.

Chilkowski detalla: “Un 20% no recupera los costos, un 50% tiene un pequeño margen de ganancia, un 20% a 25% tiene un gran margen de ganancia (+100%) y entre un 10% y 5% logran multiplicar entre 5 y 100 veces su costo de producción y marketing”. Además, los entrevistados concuerdan que uno de cada 10 juegos llega a ser exitoso, mientras que el resto se ubica en una performance promedio a mala. Incluso, el más rentable paga los costos de los otros 9.

Paso a paso

Ezequiel Baum, managing director de la firma Hungry Game, cuenta su modalidad de trabajo: “El equipo piensa espontáneamente y periódicamente se generan workshops internos para volcar esas ideas en un proceso de exposición y documentación para poder filtrarlas y ponderarlas como realizables. Los criterios en general están vinculados a las posibilidades tecnológicas, la escala, en cuanto a tiempo y recursos, el grado de innovación en relación al producto, desde un punto de vista de mecánica o propuesta artística/gráfica, entre otros, y el potencial de mercado”.

En su caso, una idea debe, primero, ser probada conceptualmente con un gameplay divertido: qué hay que hacer para ganar o para evitar perder, ya sean gestos o coordinación de controles que tienen un feedback en pantalla en función al desafío. Luego, se pasa a la etapa de planificación de las características fundamentales (backlog) y al diseño del juego, documentándolo.

Por su parte, Rodríguez Ortega, de QB9, añade que en el desarrollo de juegos hay tres grandes áreas de trabajo: Programación, Arte y Game Design. “En la primera, hay diferentes especializaciones según la plataforma de desarrollo, es decir, programadores de distintos tipos de lenguajes de programación. En la segunda, se cuenta con ilustradores, artistas 2D y artistas 3D. También se incluyen sonidistas y músicos. Hay especialistas en interfaces, otros especialistas en boceto, entre otros.

Continúa: “En game design hay tres grandes áreas: narrative design, guionistas del juego; level design, son los que balancean la progresión de la dificultad del juego; y los concept design, que se encargan de diseñar toda la experiencia del juego en sí. Estos últimos, también, hacen el diseño funcional de todas las interfaces del juego”.

La plataforma

En cuanto a los tiempos de desarrollo, todos coinciden en destacar que seis meses suele ser el promedio. El ejecutivo de NGD Studios revela que, según el hardware: “Un juego web tarda entre uno y ocho meses. Para un móvil o portátil, suelen ser entre dos y 12 meses. Un entretenimiento de consola y PC lleva entre seis y 24 meses y un juego online masivo multijugador entre 24 y 48 meses”.

Sin embargo, a la hora de optar por la plataforma a trabajar, hay disparidades. Peciña comenta que “estamos muy entusiasmados con el abanico de posibilidades que brindan las nuevos terminales, como el iPhone y los smartphones de Nokia, Black Berry, Samsung, entre otros, y las nuevas como Android, de Google, que es nuestra gran apuesta al futuro de los videojuegos móviles”.

En cambio, para al ejecutivo de NGD Studios, un juego se crea para un grupo de plataformas en particular. “Esa es la única forma de aprovechar realmente las características que ofrece, ya sea movilidad, conectividad, poder de procesamiento o interfaces disponibles”, explica.

Baum agrega: “Históricamente se trabajaba con el estándar J2ME, pero este ya cumplió un ciclo. iPhone impuso el uso de Objective C/C++, lo cual brinda un nivel de posibilidades tecnológicas superior, en calidad de los productos disponibles y el volumen de participantes en el mercado. Android se propone como un estándar rival pero hereda la gran mayoría de los vicios de J2ME, que serían: segmentación de dispositivos, desintegración del canal de distribución y monetización, dependencia de los carriers”.

La adaptación

Si un juego no cumple las expectativas “se prueba con un relanzamiento, refuerzo de prensa y si no funcionó, se lo da por perdido o se lo reactiva más adelante con algún tipo de readaptación a una fecha especial como Halloween, Navidad (reskinning) para ver si se lo puede resucitar”, dice Chilkowski. “Es imposible saber a priori si una idea va a funcionar o no. Solamente se puede saber si alguien la intentó y le fue bien o mal para, luego, identificar los elementos que influyeron en ese resultado”, aconseja Baum.

Para Rodríguez Ortega, de QB9, la estrategia “exige buenas campañas de marketing. Buena publicidad. Haciendo que las personas famosas lo jueguen y lo comuniquen. Otra técnica, muy usada en los juegos de redes sociales, es poner características del juego que lo hagan viral, para dar ventaja al jugador si consigue que sus amigos también perticipen”.

Para que sea exitoso, Peciña apunta la siguiente receta: “Un videojuego móvil tiene que tener un porting (programado para que funcione correctamente en terminales diferentes) amplio para que se pueda descargar en la mayor cantidad de celulares vigente en cada mercado. También, es fundamental el factor calidad y premio, para lo que hay más de 4.000 personas que desarrollan los mejores juegos, asegurando las mejores prestaciones”. Añade que “el buen precio de un juego en cada mercado, por ejemplo, es el de una cerveza en un bar. Puede parecer bajo si pensamos que el costo de un título durante su vida completa va a costarle a Gameloft cerca de u$s 1 millón a nivel mundial”. Pero, más allá de la fórmula secreta que utilice cada empresa en particular, lo que sí se combina es su deseo de creación con el de jugador.

Formarse

La industria de videojuegos en la Argentina emplea a más de 1.600 personas y la demanda constante de formación lleva a la academía a reaccionar. El más reciente es el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA): incorporó la primera Diplomatura en Diseño y Desarrollo de Videojuegos. Está orientado a especialistas de Ingeniería en Software, Licenciaturas en Ciencias de la Computación y carreras afines, para brindar conocimientos específicos en materia de videojuegos. La carrera inicia el 4 de agosto.

Información: www.itba.edu.ar

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