Más cotillón en la puja Fibertel y el Gobierno
Mucho se habla a favor o en contra, pero hasta el momento, pareciera que la sociedad entera solo dá bostesos entre la pelea Fibertel/Clarin y el Gobierno comandado por Cristina Fernández de Kirchner. Un millón de clientes con sabor amargo por ubicarse en el jamón del sandwich, entre una guerra que cada vez más pareciera de "cabaret" (recordando las palabras del jugador La Torre en una de las tantas crisis que atravesaba Boca Juniors). Aunque ese volumen de usuarios sólo esté pidiendo que se les respete el cumplimiento de sus contratos en la prestación que eligieron por motus propio, entre otras empresas existentes.
Aún así, la empresa proveedora de Internet pareció dar un paso adelante en la contienda mediática con la medida cautelar del juez federal de La Plata, Elvio Sagarra, quien decidió frenar la caducidad de la licencia de Fibertel. Esta puja con el Gobierno por la resolución 100/10, donde el Estado intima a la empresa a desaparecer del mapa al señalar que no cuenta con la licencia para ofrecer el servicio correspondiente, sentó interrogantes.
Ante la decisión del juez federal, una vez más desde Presidencia se utilizó la red social Twitter para descalificar y ningunear al responsable del Poder Judicial, dejando librado al azar de interpretaciones si el concepto de una red democrática precisa de aprietes y picanas políticas, como así también, el uso de las herramientas tecnológicas en pro de discriminaciones y censuras. Me pregunto, al mismo tiempo que se disponen de netbook para que los más chicos se inserten en la nueva era digital, ¿es necesario, en 2010, que del sendero político se haga uso y abuso de la tecnología para beneficios personales, vanidosos y acciones cohersitivas de poder?
Para luego, se vean padres horrorizados porque sus hijos integran grupos de discriminatorios por compañeros del colegio, creencias religiosas, raciales y otras índoles. No será que desde ambos polos falte madurez en el uso de la tecnología y mostrandoles a las generaciones venideras una educación palpable de doble discurso.
No sería más "political correct", dejar en manos de la justicia la resolución del problema y no arremeter con estrategias de marketing y publicidad viral defenestrando a uno u otro lado. Por ejemplo, desde ayer, el Gobierno Kirchnerista difunde entre los clientes de Fibertel un flyer bajo el título "Para que la red no te enrede los derechos" donde explica los procedimientos para la desvinculación del servicio. Si al cabo de los 90 días, la resolución se efectiviza. El millón de clientes se dispersará entre Telefónica y Telecom, aunque no puedan brindar la misma tecnología.
Pero algo más intenso y diyuntivo se gestará, ¿qué pasará con el excendente de la mano de obra que tendrá la empresa a partir del apagón tecnológico? ¿cómo será la navidad para esos empleados? ¿será que el Gobierno podrá dormir tranquilo con tal muerto en el placard o habrá acciones que ya les quitaron el sueño hace rato?
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